Cuando toca quedarse en casa con los niños en muchas ocasiones no sabemos o no se nos ocurre a qué jugar y que a la vez sea divertido y educativo para ellos. Las actividades que hemos pensado para este post vienen recomendadas del colegio Montessori Madrid, son muy sencillas de hacer ya que solo necesitamos materiales cotidianos.
Fue a principios del siglo XX cuando María Montessori revolucionó la pedagogía con su “pedagogía científica”. En ella se contempla a los niños como seres autónomos capaces de formarse a sí mismos.
Dejan crecer al niño desarrollando sus actividades innatas como la repetición, la manipulación del entorno, los ensayos de prueba o error a través del juego. En todo este proceso los adultos solamente actúan como meros observadores, guías que simplemente se dedican a preparar el entorno para que el niño aprenda.
¿Por dónde empezamos? El ambiente es fundamental en el método Montessori (educación alternativa), al contrario de lo que podrá parecer no se trata de un método lleno de caos, sin ningún tipo de orden y sin ninguna disciplina.
Pero como cualquier disciplina tiene unas reglas, entre ellas deberemos presentarles pocos materiales a los niños, proponer al menos dos actividades para que puedan elegir y después alternar, tiene que haber opciones pero estas siempre estarán controladas.
Le daremos a los niños todo el material ya preparado y una vez acabe también tiene que tener los accesorios necesarios para limpiarlo y ordenarlo después. Y jugaremos en una zona amplia asegurando así que no le falta espacio ni se cae o se golpea.
¿Cómo colocar los materiales para juegos Montessori caseros?
Deberemos ofrecerles a los niños materiales que sean accesibles de forma independiente, ordenados, tienen que ser visualmente atractivos para que el niño pueda manipularlos, estimulantes y adecuados para su edad.
¿Cuáles son las actividades que te queremos recomendar en este post?
1. El juego de la decantación.
Se trata de una actividad indicada para niños de entre dos y tres años de edad. Se trata de la versión con líquidos del juego de la decantación en el que entrenan las habilidades motoras finas.
Necesitaremos dos tazas solo, un gotero y colorear el agua con cualquier colorante alimentario que encontraremos en los supermercados.
2. La rueda de color.
Gracias a este juego los pequeños de la casa a partir de los dos años y medio aprenderán a distinguir los colores, a mejorar su coordinación ojo-mano. ¿En qué consiste? Crear una rueda de colores y que el niño ponga la pinza en el color correspondiente de la rueda.
Para este juego necesitaremos simplemente ocho pinzas de tender la ropa, unas témperas de colores para hacer la rueda, un cartón y unas tijeras de recortar.
3. Emparejar calcetines.
Una tarea doméstica que se puede convertir en todo un juego para ellos. Bastará con unos cuantos calcetines de distintos estampados y colores, y pedirle al niño que los empareje.
Además de divertirse, aprender a emparejar distintos diseños el niño se sentirá valorado y autónomo al pedirle que haga una tarea de adultos y cogerá el ayudar en casa como una costumbre.
Otra modalidad de este juego son los Los grupos de botones.
4. Maracas musicales hechas por vosotros mismos
Para los pequeños que tienen ya más de tres años de edad podremos inventarnos unas originales maracas musicales. Gracias a ellas podrán aprender la importancia de la música desde muy temprana edad, a diferenciar texturas y sobre todo a pasárselo bien.
Con dos botellas de plástico vacías y un par de objetos sonoros que no vayamos a tener que utilizar como pinturas, arroz, pasta cruda. Podremos añadirle un palo para cerrar la apertura de la botella. Nuestro niño ya tendrá una maraca para agitarla.
5. Tarjetas para asociar palabras sencillas
Para los niños y niñas que justo están empezando a leer, necesitaremos cartulinas, lápices de colores, y hacer tarjetas sencillas con palabras y letras.
Haremos unos dibujos relacionados con el entorno del niño, a los padres, a la mascota si la tiene, anotaremos en otra cartulina la inicial de cada dibujo que tendrá que escoger el niño y ponerla al lado. Un juego perfecto para irles preparando para el colegio Montessori de Madrid y para aprender a leer y escribir.