La dinámica ha cambiado tanto que casi nos sorprende oír que una madre ha estado cuidando de su hijo hasta la entrada en infantil. Cada vez son más las familias que por motivos laborales o de otro tipo (ya que el trabajo es un bien que escasea cada vez más) deciden llevar a sus retoños a una guardería. El por qué es obvio: el niño no solamente se va a desarrollar en un ambiente en el que existen más chavales, sino que va a aprender a comer por sí solo, a iniciar una amistad, a compartir, a obedecer, etc.
Antiguamente este tipo de establecimientos tenía un marchamo negativo, algo así como un lugar en el que no hacían caso de nuestros hijos y los hacinaban en un rincón para que jugasen con cuatro cosas por allí esparcidas. Pero hemos de reconocer que esa idea ha cambiado mucho, y hoy sabemos todo el trabajo que desarrollan los profesionales que se dedican a este tipo de educación, una tarea rigurosa y seria que encauza el aprendizaje del infante por la senda adecuada.
Nosotros pensamos que a la hora de elegir una guardería tienes que seguir una serie de parámetros para tener éxito. Y el primero de ellos es una búsqueda inteligente. Si no sabes qué escuela escoger para tu hijo o si quieres llevar a cabo una comparativa es mejor que hagas clic en este enlace y despejes cualquier incógnita que puedas tener al respecto. Invertir un poco de tiempo para luego no lamentarte a posteriori por una mala elección es una acción inteligente, sobre todo porque en guarderias-infantiles.com, que es la página a la que te llevará el link que te hemos ofrecido, tienen claro que el servicio al usuario es tan importante o más que ofrecer otras cosas.
Ten claras las deducciones y precios distintos que afectan a estos sitios. Tal vez tu situación familiar no sea muy holgada, pero a causa de eso los precios de las guarderías públicas van a serte mucho más económicos. Y no descartes la elección del comedor, sobre todo porque cada vez más los menús se cuidan con enorme detalle, la alimentación es equilibrada y el niño se acostumbra a una serie de rutinas muy beneficiosas para su cuerpo. El que un profesional enseñe a comer a nuestro hijo siempre viene bien para que adquiera hábitos más que interesantes.
Por último, aunque no por ello más importante, intenta ser inflexible o al menos poco permisivo. Las faltas de asistencia continuadas provocan una inadaptación al ritmo escolar bastante perjudicial para el niño. Por eso si no es por una causa grave o molesta (como un constipado o una gripe), es preferible que siempre lleves a tu hijo a la guardería. El paso del tiempo te confirmará el enorme acierto que significa tal elección.