Hacerse trabajador por cuenta propia tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Dentro de lo bueno está la cuestión de no tener ningún jefe que te diga lo que tienes que hacer, ni ningún mando intermedio ante el cual tengas que rendir cuentas, para que éste a su vez quede bien delante de su jefe. En tu empresa no mandas más que tú. Y eso es bueno en cuanto que te quitas un poco de estrés en ese sentido, pero también es malo porque toda la responsabilidad recae sobre tus propias espaldas. Así que, o andas espabilado o te pilla el toro y acabas teniendo pérdidas en la empresa.
Otra cuestión es que todo, absolutamente todo el material de tu empresa, tiene que acabar saliendo de tu bolsillo. Lo bueno es que podemos desgravar el IVA de las compras de ese material, pero no deja de ser un consuelo menor, porque a fin de cuentas supone una inversión y un gasto que hay que hacer sí o sí, para poder trabajar con comodidad y con las herramientas adecuadas. En cuanto al tipo de material e instrumental, está claro que depende de qué tipo de actividad profesional desarrolle cada uno, pero algo que casi nunca suele fallar es la necesidad de dotarse de material de papelería, aunque solo sea para llevar a cabo los papeleos que suelen hacer falta en cualquier trabajo o para la firma de un contrato o convenio cualquiera.
Y no es lo mismo comprar en pequeñas cantidades ese material en la papelería del barrio que hacerlo a gran escala a proveedores especializados que pueden conseguir un mejor precio final para ti, para todo tipo de material relacionado con papelería y oficina. Ya sean paquetes de folios, bolígrafos, tinta para impresora, destructoras de papel, sellos, pegamento, tijeras, etc. Si estamos hablando de equipar nuestra oficina, no puede faltar una buena silla que sea ergonómica y nos ofrezca comodidad para pasar muchas horas sentados delante del ordenador. Y ya que estamos hablando de ordenadores, ni que decir tiene que reponer el material informático y tener un buen teclado, un buen monitor y un buen ratón es a la larga invertir en nuestra salud, ya que nos vamos a evitar tendinitis en nuestras manos y fatiga visual.
En los establecimientos comerciales cada vez es más imprescindible el uso de detectores de billetes falsos. Las grandes cadenas comerciales y grandes almacenes hace ya años que empezaron a utilizarlo en sus cajas, y casi es también una obligación para los comercios medianos y pequeños. Todo lo que sea invertir en seguridad es un valor imprescindible para mantener nuestra reputación y ganarse la confianza de los clientes.
La moraleja está clara. Hay que invertir en nosotros mismos para poder crecer.