Una gran parte de la población mundial vive en grandes urbes. Mucha gente elige vivir en ellas por la cantidad de servicios que ofrecen y el gran abanico de posibilidades que nos abren. Sin embargo, no todos eligen residir en grandes ciudades, ya que son muchos los que se ven obligados a vivir en ellas, ya sea por estudios o por trabajo. Pero, de una forma u otra, todos tenemos que lidiar con el frenético ritmo de la ciudad y aprender a desconectar de ella.
Formas de alejarse del ambiente urbano hay muchas. Algunas de ellas pasan por hacer actividades al aire libre, ya sea en un parque, en una plaza o en los jardines de la residencia universitaria, o incluso, con actividades de interior, como el gimnasio, una biblioteca o una galería de arte. A continuación, te proponemos las maneras más interesantes para que puedas desconectar del ambiente urbano.
Aprende a relajarte
¿Cuánto hace que no te queda solo y sientes, que incluso, te aburres? ¿Por qué no pruebas de buscar un lugar tranquilo que te haga olvidar de todas tus preocupaciones? La playa, durante los meses de invierno, o la montaña durante todo el año, pueden ser lugares ideales para relajarse. Aprende a dejar pasar el tiempo, a disfrutar del lento paso de los minutos, verás cómo rápidamente tu cuerpo cambia de ritmo y se relaja.
Deporte, tu gran aliado
Cada vez son más las personas que practican algún deporte en su vida diaria, pero no todos ellos son capaces de desconectar. Salir a correr 30 minutos al mediodía, con prisas, te permitirá recibir tu dosis de adrenalina, sí, pero no te permitirá desconectar.
Si te gusta el deporte y tu tiempo escasea durante la semana, ¿por qué no intentas probar actividades nuevas durante el fin de semana? Si eres de los que le gusta la montaña, el barranquismo o la escalada, pueden ser dos opciones que encajen con tus preferencias. Si en cambio, te van más los deportes acuáticos, puedes probar el submarinismo o el paddle surf. Hay un sinfín de deportes para todos los gustos, ¡descúbrelos!
La música lo envuelve todo
¿Quién no ha tocado la flauta durante el colegio o el instituto? En aquel momento era un mero trámite, pero la música puede ser una muy buena válvula de escape. Si eres de los clásicos, prueba con instrumentos como el piano o el violín. Para los más alternativos hay un sinfín de posibilidades, desde formar parte de un grupo de heavy-metal como guitarrista o crear tus propias sesiones como DJ. ¡Deja fluir tu creatividad!
¿Vamos de compras?
¿Sabías que ir de compras es la actividad preferida de los habitantes de Singapur? Comprar puede ser también una buena manera de encontrar tiempo para ti. Te puedes centrar en renovar tu armario, redecorar tú comedor e incluso variar la lista de la compra diaria. Y a partir de aquí, pueden surgir otras actividades, como coser tu propia ropa, crear elementos de decoración personalizados o sumergirte en el apasionante mundo de la repostería.
Reconciliarte con el niño/a que llevas dentro
Quién no ha dicho alguna vez: “lo que daría por volver a ser niño/a y ser feliz jugando sin tener ninguna preocupación”. Los niños tienen la capacidad de vivir y disfrutar cada momento como si fuera el último, y sobre todo, de enfocarlo todo como si de un juego se tratase. Con los años desgraciadamente vamos perdiendo esa capacidad. Así que, ¿por qué no intentar volver a la niñez y jugar? Alternativas hay muchas: los más guerrilleros disfrutarán con el paintball o el laser tag, las carreras de obstáculos serán las delicias de los más deportistas y los juegos de mesa complacerán a los más sedentarios. Así que, encuentra tu juego y desconecta de la gran ciudad.